Resumen: La lectura y la escritura son partes importantes y necesarias en el lenguaje; el cual,
además de ser el mecanismo por el que las personas se comunican y transmiten conocimientos,
ideas y opiniones, es uno de los instrumentos más importantes para todo niño en el proceso de
conocer el mundo que le rodea y establecer sus primeras relaciones de afecto, es así que la
lectura y la escritura como fórmulas de él, permiten la fluidez y el buen desempeño en los
procesos de aprendizaje y de enseñanza.
La lectura y la escritura desencadenan diversas capacidades, habilidades y actitudes que
mejoran la vida del ser humano, o en este caso de los niños, gracias a su eficiencia, estos
procesos permite que la imaginación, la creatividad, la imaginación y los pensamientos, se
exploren, para así, ilimitar las funciones mentales en el desempeño comunicador; además,
promueve una adquisición de conocimientos de manera integral, flexible, sin mentiras ni
transformaciones, una información de todo tipo, pero que no desaparece.
Partiendo de la gran importancia que el proceso lecto-escritor posee en la vida del ser
humano, se decide fortalecer este proceso en los niños de Primero A de la Institución Educativa
Escuela Normal Superior de Ocaña, por medio del método AB VIVO, el cual se desarrolla de
manera flexible y dinámica. AB VIVO, tiene como base la opinión de los niños basándose en sus
gustos, en la realidad de su mundo, de sus deseos y sus actividades cotidianas. Este método crea
unos procesos con los cuales, los niños se puedan desempeñar y alcanzar la meta de aprender a
leer y escribir, partiendo de sus aspiraciones, intereses, deseos, de sus creaciones artísticas y la
lectura de cuentos, fabulas o relatos mediante escenas a mediana escala; además, en el transcurso
de esta metodología, los niños entre sí, desarrollan una unión, una constante comunicación y
socialización acerca del tema lecto-escritor, pero también expresan sus experiencias, deseos,
aprendizajes y acciones que realizarán o han realizado, promoviendo así la comprensión, la
producción textual, la afectividad, la capacidad de sentir la literatura, amarla y desearla y sobre
todo, la formación de los niños como seres afectivos, sensibles, naturalistas, consientes y
constructores de sus propios conocimientos. De igual forma, su beneficio se extiende hasta el
docente quien tiene la posibilidad de desarrollar más su integralidad y comunicación con los
1
xv
niños y con el mundo; el maestro se convierte en una guía para el niño, un orientador y un
promotor de un aprendizaje constructivo y significativo.
Palabras claves: Niño, habilidades, lectura y escritura, procesos, imaginación. |